MUCHO RUIDO Y POCAS...

Si hay algo que en los últimos meses ha provocado un gran ruido mediático eso ha sido la consulta secesionista catalana. Tanto es así que son ya legión quienes están hartos de la cantinela que Mas y los suyos repiten una y otra vez como un perverso mantra sin contestación coherente posible. Y, aún así, pese a las campañas, las movilizaciones, las declaraciones, los discursos y los actos reivindicativos; pese a todo ello, el número de participantes ha sido similar al de los votantes de las últimas europeas. Es decir, que en torno al 40% de los catalanes llamados a respaldar a la independencia se han tomado la molestia de ir a depositar su papeleta a esas urnas de cartón que preparó la Generalitat (tal vez mañana alguien tendría que explicar cómo es posible que una infraestructura tan cutre haya costado tantos millones). Y más allá del resultado, lo más reseñable de la jornada es que esta ha transcurrido sin que se hayan registrado incidentes de consideración. Eso sí, al menos ha servido para que el fiscal sepa quién es el responsable de esta estupidez ilegal. El propio Mas se ha autoinculpado, eso sí, después de dejar todo en manos de voluntarios, porque una cosa es declararse responsable y otra muy distinta serlo a efecto legales y, a estas alturas, nadie duda de que Mas no tiene la intención de ir a la cárcel por este pseudoreferéndum.

MUCHO RUIDO Y POCAS...

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