MONUMENTO AL LIBRO

La Fiesta del Libro se hace coincidir con el 23 de abril en memoria de Cervantes y Shakespeare, a los que la muerte unió en 1616 y a los que la historia consagró su legado en palabras que siguen latentes y alimentan la imaginación de millones de personas. Y si de la lectura pasamos al lenguaje de la calle, muy pocos son los que hablan sin recurrir a los tópicos que tenemos que sufrir a diario y eso prescindiendo de las palabras soeces que se emplean como para dar énfasis a aquello de lo que nos quieren convencer, o subir el tono de voz en forma tal que nuestra fama de gritones está extendida por los demás países europeos.

Pero volvamos al Día Internacional del Libro, que en nuestra ciudad se celebra con la apertura de casetas en los jardines de Méndez Núñez para la venta de libros, con descuento. Aprovechando circunstancia, me recuerda el Liaño Flores que el monumento al libro se inauguró en Méndez Núñez en 1976 bajo su etapa de alcalde, y con ocasión del V Congreso Internacional de Libreros, que presidió Fernando Arenas Quintela. Este monumento sufrió el pasado año un intento de robo, lo que obligó al Ayuntamiento a retirarlo para su reparación, sin que hasta la fecha se hubiera vuelto a reponer.

También en 1976 acordó el Ayuntamiento nominar una plaza el nombre de “plaza del Libro”, la que está situada en la calle de Enrique Dequidt. Quizás fuese esta plaza el lugar adecuado para la “recolocación” de este monumento al Libro, que ninguna otra ciudad de España tiene.

También es cierto que Carlos Negreira ha anunciado ya que el momento volverá a su ubicación en Méndez Núñez con lo que queda descartado nuestro intento, relativo a la laza del Libro. Dice Negreira que el monumento ocupará su lugar antes del 1 de agosto y no tenemos ningún motivo para dudar de la palabra de nuestro primer edil. Así pues, la obra del escultor Buciños campeará de nuevo por el jardín coruñés y habrá que vigilarlo de cuando en vez, pues la obra, que representa a una familia leyendo libros, ya sufrió, en momentos puntuales, diferentes ataques, posiblemente de personas que creen que los libros son como los cardos borriqueros.

Y para cardos, ellos.

MONUMENTO AL LIBRO

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