LAS VIVIENDAS ABANDONADAS

El incendio que el domingo destruyó un edificio abandonado de la calle de la Cordelería confirma la necesidad de establecer medidas de vigilancia eficaces sobre los inmuebles deshabitados. Los vecinos de la zona llevaban semanas advirtiendo del peligro que entrañaba la situación de ese inmueble, donde a menudo se refugiaban toxicómanos y donde el riesgo de que se produjese un fuego era muy alto. Eso mismo ocurre con muchas otras casas del Orzán, cuyo estado de conservación es lamentable, pero también sucede en otros barrios, con lo que son miles los coruñeses que conviven con una potencial bomba de relojería a escasos metros de su domicilio. Acabar con esa situación es una necesidad imperiosa y para ello habrá que extremar los controles y obligar a los propietarios de las viviendas a que las mantengan en unas condiciones, al menos, normales.

 

LAS VIVIENDAS ABANDONADAS

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