Las noches blancas

En los países nórdicos tan ávidos de luz y sol, las noches blancas giran alrededor del solsticio de verano, cuando los atardeceres son infinitos  y la noche es una suave bajada de la densidad lumínica. En total contraposición con  la oscuridad de los meses de otoño e invierno. Vivir la experiencia del sol de medianoche en San Petesburgo,  Filandia, Oslo etc es una sensación única,  recomendable a quienes  puedan estar algunos días del mes de junio en dichos países para poder contemplarlo. Pasear por la vieja  Leningrado recorrer sus calles históricas, sus puentes sobre el Neva y admirar el imponente Hermitage, todo ello con un inusual bullicio es algo que siempre queda en la retina. Tanto la literatura como el cine, la pintura y en general todas las expresiones artísticas se han hecho eco de este anual acontecimiento, desde Dostoyevski a Visconti  por citar a dos de los grandes de la literatura y el cine.
Están siendo las grandes ciudades desde hace unos años las que hacen su “Noche Blanca” Paris en el 2002, Madrid en 2006 y en esa línea otras ciudades europeas o españolas. El inicio ha sido una cita con la cultura y el arte abriendo los museos  hasta bien entrada la madrugada y llenando de actividades vanguardistas las calles y plazas de las ciudades, haciendo del encuentro una simbiosis  entre el  público y los creadores. Mas tarde se ha dado un paso muy importante implicando al comercio y a la hostelería en ese proyecto, es  fundamental la pluralidad para sumar energías, diversificarlo, hacerlo atractivo y en un momento de dificultades poner mucha imaginación y  adecuar sus costes con la necesaria colaboración publica y privada. Es otra forma de relacionarse con las ciudades con  espíritu participativo y  sostenibilidad  urbana.
Después de un invierno tan duro en todos los sentidos, climatológico, político, económico, realmente insoportable para muchas personas. Necesitamos la luz y el sol para recargar pilas,  para sobreponernos,  para no sentirnos  paralizados por el miedo o  la impotencia. Con fortaleza renovada, con conciencia crítica pero no derrotados seremos capaces de pelear por lo que queremos. Después de tantas noches oscuras aunque solamente sea en sentido figurado, una noche blanca  nos vendrá muy bien.

Las noches blancas

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