UN ESPECTACULO EN RIAZOR

Riazor vivió ayer una gran jornada de fútbol. Unas 30.000 personas siguieron desde las gradas el enfrentamiento entre dos conjuntos que luchan por volver a Primera y, pese a la masiva presencia de seguidores asturianos, en las gradas no hubo que lamentar ningún incidente e imperó en todo momento la cordialidad entre las dos aficiones. Sin embargo, la nota negativa la pusieron los energúmenos que antes de que comenzara el partido decidieron liarse a bofetadas y destrozar todo lo que encontraban a su paso. Al final tuvo que intervenir la Policía y hubo cuatro detenidos, pero eso es lo de menos. Lo importante sería conseguir acabar con quienes no entienden que el fútbol, más allá de las pasiones, no deja de ser un deporte, un entretenimiento.

UN ESPECTACULO EN RIAZOR

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