El cura de Bamio

Hay un cura en Bamio que no quiere que le echen en el cepillo monedas de céntimo. Solo quiere de monedas de euro para arriba. La fe se pone cara, ya que la realidad es barata.

Las llamadas a Dios con intermediario se han puesto por las nubes. Ser elegido por Dios para transmitir su palabra tiene sus costes y su nivel de vida. Dios cobra por palabra emitida y también por los espacios que dejamos entre las palabras.

El silencio es lo más caro de todo, porque hay que interpretarlo, el cura de Bamio entiende de estas cosas, por eso se atreve a pedir a sus feligreses que hagan un esfuerzo. Ellos quizás no entiendan que Dios no se pone siempre y que esperar tiene su coste de conexión.

Cuanta más crisis más Dios se necesita y él también tiene que subir sus tarifas. Dios se hace americano o alemán según le convenga, para eso es Dios y además está por encima de protestantismos o catolicismos.

Dios es Dios, lo sabe el cura de Bamio,y hay temporadas en las que se duerme y despertarlo es caro. El cura de Bamio tiene que mantener a una familia, dicen en el pueblo.