CUENTOS, RELATOS Y MENTIRAS

En medio de todas las mentiras que Mariano incluyó en su ¿relato? delante de sus señorías, encontramos una verdad contrastada que desmonta todo el argumentario de su cuento.
“Todos los países de Europa –dijo Rajoy– tuvieron que modificar a la baja sus previsiones de crecimiento”. Claro y esa es, presidente, la mejor prueba de que la política del Fondo, del Banco Central y Merkel, con su sumisión, nos llevan a la miseria.
Y después, vinieron los cuentos: “Hay datos que anuncian mejoras; estamos en el buen camino; los sacrificios son necesarios y el año próximo será chachi-piruli y ahora estamos mejor que antes”.
Enseguida le desmiente el presidente de su partido en A Coruña, pues “incluso los del PP lo están pasando muy mal”. ¡Joe, incluso!
Niego la mayor, oiga, que en los últimos tiempos, sobresueldos sobrecogedores aparte, el PP subió el salario a sus ejecutivos en un 40% y ahí se incluyen los procesados por el caso Gürtel.
Rajoy, un mandado de Merkel, nos promete –a cambio de paciencia– nuevos recortes en los sueldos, en las pensiones, en los servicios sociales… Ese es el relato, el cuento “mentireriro” del craso registrador de la propiedad beneficiado durante años con tres, cuatro, soldadas.
Es, palabra, como el cuento de Pinocho. A éste le crecía la nariz y a Mariano se le pone el pelo negro.
Mientras, el pronóstico asegura que el año próximo cuatro millones de desempleados se quedarán sin ayudas, sin subsidio.
Y si ya en este cuento ¿o relato? tenemos identificado a Pinocho reconozcamos, tachín-tachán, a Pepito Grillo, la conciencia del muñeco de madera.
Un papel que se arroga el jefe del Ejecutivo gallego cada vez que pasa el Padornelo y “misiona” por ahí postulándose para metas más altas en las tertulias del tea-party o en los desayunos que pagan empresas amigas. Por cierto, ¿cuándo coño trabajan si están todos los días de “sarao” y zumo de naranja?
Así pues, Núñez Feijóo va diciendo por ahí que a Mariano y los suyos les falta “relato” y que, en definitiva, sus cuentos son como las cuentas del relato ¿o es cuento? de la lechera. Y este es, el relato, la foto fija de nuestro paseante mientras aquí se multiplican los problemas que, ay, cada vez parece más difícil anotarle  al bipartito los crueles datos de la realidad gallega. ….
Y es que el asunto no es de relatos. Es de incompetencia.