LA CONTINUIDAD DE ALCOA

El desenlace de la subasta eléctrica celebrada ayer y el lunes ha sido el mejor para los trabajadores de Alcoa y por extensión para A Coruña en su conjunto. La empresa consiguió los megavatios subvencionados suficientes para la continuidad operativa de la planta de A Grela (también de la de Avilés) y desistió de su pretensión de aplicar un ERE para despedir a todos los empleados, casi 400, con que cuenta en la factoría herculina. Conjurado el peligro, llega el momento de echar la vista atrás para analizar lo ocurrido desde que la multinacional anunció su plan de cierre. Desde entonces y hasta ahora, la unidad ha sido ejemplar; la plantilla ha actuado como un solo hombre en defensa de los puestos de trabajo y la ciudad se ha puesto de su lado para demostrarle a la compañía su oposición frontal a sus intenciones. Desde todos los ámbitos, político, deportivo, comercial... se respaldó a los empleados de Alcoa, en lo que una auténtica lección de solidaridad ciudadana. Pero también hay que mirar hacia adelante y en ese sentido convendría articular las medidas oportunas para evitar que de manera cíclica, dependiendo de los resultados de las subastas eléctricas, planee sobre la fábrica la amenaza del cierre. Nadie puede vivir albergando un temor permanente a ser despido si el resultado de la puja no ha sido el deseado por la empresa.

LA CONTINUIDAD DE ALCOA

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