CAERSE DEL GUINDO

El señor de Guindos, a la sazón ministro de Economía y Competitividad, antes el hombre de Lehman Brothers y consejero de una importante caja, además de afortunado financiero, nos dio las primeras recetas bajo su mandato que, según dicen los que saben y tienen memoria, son las viejas recetas que ya hemos tomado en grandes dosis: más dinero a los bancos, no tocar los impuestos de los que más tienen y ajustar el IRPF a los curritos de la nómina (venga esta de la empresa privada, de la administración o de la Seguridad Social por jubilado) y pedirnos que nos apretemos el cinturón.

Por el saludable aspecto que ofrece en las fotos don Luis de Guindos –lleva en su sitio el cinturón, una corbata de marca y un “peluco” que no compró en los chinos– sus consejos parecen remedio seguro, pero ya nos caímos del guindo, señor de Guindos, o –como dice la Real Academia– caímos en la cuenta al enterarnos de algo tan obvio como que nos están “guindando” (arrojando, en gallego, tirarnos violentamente) el presente flaco y el futuro cadavérico.

Señor de Guindos, ya caímos en la cuenta al enterarnos de algo tan obvio como que nos están “guindando” el presente flaco y el futuro cadavérico

 

Dicen los economistas (y lo repite alguien tan poco sospechoso de bolchevique como el “ABC”) que el duro plan de saneamiento de la banca que usted anuncia lastrará los ingresos del Estado… pues las entidades pagarán diez millones menos por el Impuesto de Sociedades tras el recorte de beneficios…

¡Que no nos hemos caído de un guindo, señor de Guindos! y, por tanto, era tan obvia la política “marianista” que no sorprende a nadie su empeño para salvar a la banca (a los banqueros y financieros varios) mientras los demás nos vamos con la bolsa del supermercado a pasar la tarde en el banco del parque pues no nos queda para “la chiquita” o el café.

Otra de sus medidas “estrella”, también acaba estrellada ante la ruda realidad: los señores del párrafo anterior (bancarios y resto de la fauna) a los que les rebaja millones de euros, van a pagar menos a doña Hacienda… pues ingresarán menos en sus nóminas. Seguirán percibiendo lo mismo (coche con chófer, visa oro, etc.), pero más barato con una buena ingeniería financiera.

Así que, menos coñas y a subir los impuestos. Lo que usted, caigase de una puñetera vez del guindo señor de Guindos, descarta.

 

CAERSE DEL GUINDO

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