Bienes perdidos o en peligro

Somos pacifistas pero en el mundo actual son muchos los que se afanan por fabricar armas, incluidas esas provincias elegidas por la multinacional General Dynamics para continuar su producción. Y es que cuando peligra el “primum vivere deundi philosofare” hasta se juzga adecuado el dicho nazista para rearmar al III Reich. “¿Cañones en vez de mantequilla? No, la mantequilla bajo la protección de los cañones”. Habita los últimos tiempos niebla maléfica sobre entidades punteras coruñesas. Valga, verbigracia, aquella fábrica de armas modélica, rentable y formativa donde los obreros especializados accedían a sus talleres y aulas para recibir un salario digno y una educación envidiable... A la sazón en trance de cierre por una decisión empresarial que ni siquiera concede un aplazamiento mientras se busca otra viabilidad alternativa.
Igual podríamos añorar respecto a la fábrica de tabacos en cuyo terreno se alzará el templo de la justicia, cuando podría haberse encontrado otro solar. Sin embargo subsiste la maldición bíblica sobre el hermoso edificio de La Palloza y las promesas del entonces gran alcalde Francisco Vázquez. Aquí también la nueva empresa matriz trasladó la elaboración de sus productos a otras localidades y nos dejó con un palmo de narices. ¡Aquellas hábiles cigarreras que liaban cigarrillos con una sola mano! ¡Los cigarros puros de acabado perfecto! ¡Las “farias” coruñesas demandadas...!
Bienes perdidos. Pisoteo de ilusiones cuando nuestro tejido productivo económico financiero era de primera línea. Hoy vanidad de estupideces irracionales y mentecatas. Como nuestro “defensor” en Bruselas, Joaquín Almunia –resentido, envidioso y vengativo Fouché–, empeñado en acabar con el perfecto laminado y orfebrería de los astilleros navales gallegos, asturianos y vascos.

Bienes perdidos o en peligro

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