La esperada reunión en Madrid, en la que debía aclararse el futuro de la Fábrica de Armas, resultó satisfactoria, ya que la Xunta, el Ayuntamiento y los trabajadores consiguieron sumar a su frente común al Ministerio de Defensa. La prueba de ello es que los representantes del departamento que dirige Pedro Morenés se comprometieron a hacer todo lo posible para agilizar el concurso público del que saldrá la empresa que asuma la gestión de la factoría. Es decir, la unidad de acción ha vuelto a ser fundamental para acercarse a un objetivo importante, en este caso la continuidad de una industria básica para A Coruña, lo que demuestra que a través de la negociación y el diálogo se llega muy lejos.