Andrade García

El señor J.L. Andrade García es un coruñés como la copa de un pino que ha tenido la deferencia de escribirme una carta en la cual resume –casi de manera fotográfica- los múltiples y tremendos fallos del actual Gobierno municipal de La Coruña.

Tras referirse a la tremenda desfeita de la nueva rotulación de la anterior “Glorieta Labaca” pasa a decir: Efectivamente, desde los tiempos del bipartito nuestro Ayuntamiento está en manos de personas ajenas al sentir coruñés. Así: se caen a pedazos la Fábrica de Tabacos, el antiguo Gobierno Militar, la que fue Cárcel Provincial, edificios todos señeros y señas de identidad de La Coruña. ¿Es concebible esto en cualquier otro lugar?

El agujero vergonzoso del Parrote sigue y sigue, después de un año del nuevo equipo municipal. Se hace en la calle de San Andrés lo que se deplora en General Sanjurjo y Orillamar. Se suprime el tranvía y se derrochan 14 millones en un túnel en La Marina, ¿para qué? La zona de la Fábrica de Tabacos tiene una calle desde La Palloza a Ramón y Cajal inutilizada, sin vida y se podría aliviar el tránsito de las adyacentes. Calles para Fran y Mauro, muy bien, pero informo a nuestros ediles que Juan Acuña fue un guardameta muy famoso, internacional, jugó toda su vida en el Deportivo, ganó cuatro veces el honor de ser el portero menos goleado de la 1ª División y fue y es reconocido en toda la España futbolística. Lo del topónimo me irrita sobremanera. Se nos vendió que una vez en el Ayuntamiento el señor Negreira, para el señor Feijóo era cosa de 24 horas, llevarlo al Pleno y aprobarlo: ¿usted lo ha visto? Yo tampoco. Es tomadura de pelo, pero también es “la última vez”.

Hasta aquí, la misiva del señor Andrade sin quitarle una coma. Ni que decir tiene que la suscribimos en su totalidad. Es certísimo que el actual Gobierno municipal está haciendo bueno al ya pasado de Javier Losada. ¿Y que me dicen de la peregrina medida de hacer obras en General Sanjurjo en pleno agosto? Si añadimos el cataclismo de la zona de San Amaro o la horterada de los carteles de María Pita, o el ridículo programa de fiestas, vamos de culo y metemos gol.

Andrade García

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