A vueltas con los periodistas

Representantes de la clase periodística española acaban de reunirse en Cádiz, en el Oratorio de San Felipe Neri, con motivo de los actos conmemorativos de la proclamación de “La Pepa”, la Constitución de 1812. Presentes en lo que ellos han dado en llamar “Declaración de Cádiz en defensa de la libertad de expresión” estaban, entre otros: la presidenta de la FAPE, la representante de la Asociación de la Prensa de Madrid y el presidente de nuestra Asociación de la Prensa de La Coruña, Manuel González Méndez, el presidente de Sevilla, el de Málaga, el de Jaén, la de Jerez, el de Mérida, el de Córdoba, el de Huelva, el de Melilla y el de Cádiz.

En síntesis declararon su más firme compromiso con la defensa de la libertad de expresión, su decidida voluntad a promover los más altos estándares éticos en nuestro trabajo que es el de ellos. Dijeron que la libertad de expresión pierde vigor si se toleran sistemas de trabajo que explotan a los periodistas con salarios indignos, o sin remuneración alguna, lo que propicia la pérdida de la independencia. Indicaron también que la discriminación salarial y las trabas al acceso de las mujeres a los puestos directivos de los medios, es otra forma de limitar la libertad de expresión. Matizaron que esta libertad queda dañada cuando se convocan ruedas de prensa sin derecho a preguntas, se imponen bloques electorales en los medios audiovisuales y cuando los representantes públicos se niegan a comparecer para dar cuenta de sus actividades en el ejercicio del poder.

Asimismo y en recuerdo de los diputados procedentes de la América Hispana que participaron en los debates de las Cortes de Cádiz, expresaron su solidaridad con los colegas iberoamericanos, sometidos en muchos países de la región a presiones intolerables en el ejercicio de su profesión.

Indicaron que nuestro sector vive una acelerada transformación, el futuro se presenta muy incierto, sin un modelo claro, pero creen –creemos- que la salida de la crisis está ligada al fortalecimiento de la libertad de expresión y de prensa, condición indispensable para que el periodismo ejerza libremente su función de control y vigilancia del poder.