A Coruña y su demografía

Conocimos los datos del Instituto Galego de Estatística a 1 de enero de 2017 y pintan un panorama desolador. A Coruña envejece con una tendencia fuertemente creciente. Un total de 58.661 personas tienen más de 64 años, un 24% sobre el total, 700 personas más que en 2016, pero ojo al siguiente dato, 10.000 más que hace una década. El dato podría favorable si creciéramos, pero no, tenemos la misma población que hace 10 años, 244.000 habitantes. Hay otro dato que complica el diagnóstico, la franja de edad entre los 16 y los 64 años, la población activa para entendernos, se reduce en 800 personas con respecto al 2016. Nos queda el alivio menor del crecimiento en 121 personas menores de 16 años. 
Es un promedio de mayores de los más altos del mundo, en línea con otras ciudades gallegas. Pero lo malo no es tanto el promedio, ni siquiera hacia dónde vamos a un ritmo desenfrenado, lo más preocupante es la ausencia de proyecto político que alumbre esperanza en un cambio.
Son problemáticas complejas con soluciones a medio y largo plazo, por lo que hacen falta políticas de altura para obtener resultados que no serán inmediatos. Si ciudades como A Coruña no giran su rumbo tampoco lo hará Galicia.
Así las cosas la foto demográfica para la ciudad es alarmante, tanto que obliga a tomar medidas estratégicas inmediatas. Es necesario un pacto de ciudad desde donde podamos encontrar soluciones para variar esta tendencia que no anuncia nada bueno para el futuro. Las ciudades que no crecen, que pierden población activa y envejecen a la velocidad de la nuestra tienen la responsabilidad de reaccionar, liderando desde lo público políticas activas con apoyo presupuestario suficiente.    
Es una realidad, son datos. La ciudad tiene que atender las necesidades de una población mayor y se puede hacer creando un ecosistema que atraiga inversiones y genere empleo. Los mayores tienen sus prioridades singulares. Campos como la salud, la dependencia, la accesibilidad en vivienda y la movilidad segura, equipamientos sociales como residencias y centros de día, un ocio ajustado a ellos… Todos esos campos son líneas de investigación, desarrollo e innovación para quien sepa construirlas.
Hay soluciones, claro que sí, los socialistas ya las propusimos y lo volveremos a hacer cuando recuperemos la confianza de la ciudad. Es necesario crear un gran proyecto que fomente un espacio económico que sea polo tractor de inversión en investigación, innovación en la dependencia, prácticas saludables, en responsabilidad social, desarrollando un modelo referente en sostenibilidad social y asistencial, implicando a todo el sector público-privado sanitario, el social y la universidad. Ya lo pusieron en práctica otras ciudades europeas que tenían este problema y habilitaron vías innovadoras que las sacaron de la desesperanza trabajando en red. Podemos liderar en España este camino, que haga de la salud y el bienestar un modelo tractor de inversión que genere empleo de calidad en A Coruña. Tenemos todos los mimbres para hacer de la necesidad virtud, solo hace falta al frente quien pilote el cambio.
 

A Coruña y su demografía

Te puede interesar