¿VUELVE EL RACIONAMIENTO?

Los más dicen que se trata “de un retorno al pasado” y para otros muchos es la ecuación perfecta, pues  son  los planes ocultos de un gobierno que hace lo que quiere hacer y no lo prometido y mucho menos lo que necesitan los ciudadanos.
Es el plan perfecto: bajan los sueldos y pensiones. Suben los impuestos y tasas; recortan los servicios y venden a los suyos lo que es de todos. Una vez desmantelado el estado de bienestar; acabada la tormenta perfecta que convierte a los nacionales en súbditos, van a  por el resto. Además de poner a su servicio, y en contra de la ciudadanía, a la Constitución,  añaden el catecismo.
¿Interrumpir el embarazo es pecado? Sí. Y además, delito. Domeñado el cuerpo, vamos a por el espíritu. Y como la democracia es algo que hay que aprender y ejercitar, excluimos cualquier referencia a la ética, el valor del voto, el poder del pueblo y retornamos al catecismo.
Y de ahí hay un paso para la Semana Santa con películas de romanos, la radio con música sacra; cerradas las casas de pecado; la penitencia y abstinencia (que, ojo, se cambia por cuartos bajo el hermoso título de la bula) y para aprobar hay que recitar lo de convertir el agua en vino, aunque para saber –en clase de Química– hay que explicar que eso es imposible, salvo algunos taberneros que hacen  lo mismo que Bárcenas y sus colegas del PP, convirtiendo el dinero negro en sobresueldos a Pío, Nasarre y un amplio etcétera. No está de más recordar que la asignatura suprimida la aprobó el Consejo de Europa ¡con la firma de España!
Es igual. Todos felices: en la Casa Real pueden ir a la Almudena pese a los divorcios y otras cosillas que cuentan los libros. Los ministros de la derecha, de procesión con el cirio y la mantilla, después de pasar por el divorcio y otros pecadillos. Ahí les tienen a la puerta de los juzgados y algunos, de la cárcel según relatos de policías y fiscales.
Ese retorno al pasado viene del brazo de las grandes fortunas que tanto hicieron para  llevar en volandas, con generosas donaciones, a quienes nos mandan y, con ellos, y bajo el mismo palio que cobijó al franquismo, Rouco y los suyos.
¿Vuelve el racionamiento? ¿Vuelve el insufrible? Si no andamos listos, sí, oiga.

¿VUELVE EL RACIONAMIENTO?

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