¿TOCADO...? ¿HUNDIDO...?

Nunca se habla tanto del PSOE como cuando está, como en el tango, cuesta abajo…y, sorprendentemente, suele ser la derecha y sus terminales mediáticas, los que le piden que “se levante y ande”, que se recomponga, que vuelva al “rego” con el mismo ¿ánimo? que el forofo que grita “ay…..”, cuando el balón sale rozando el larguero de la portería propia…

Parece curioso ¿a qué sí? que sea la derecha la que sienta “querencia” por uno de sus rivales más conocidos…

Cierto que la ciudadanía en general, y los militantes de izquierda en particular, se hacen la misma pregunta: ¿qué le pasa al PSOE?.. ¿Está tocado? ¿Hundido?

Muchos achacan a la deriva ideológica (ese afán de acercarse al centro dejando atrás –y lejos– la izquierda) la pérdida de su lugar y, por consiguiente, el retroceso en el número de apoyos, pues muchos vuelven a su lugar habitual. ¿Un ejemplo…? Don Alberto, el recién elegido presidente de la Xunta de Galicia votó en el 82 al PSOE, Felipe era uno de sus ídolos de cabecera, para acabar al lado de Fraga, Romay Beccaria, la hija de Fabra: el pontevedrés que tiene a leyes y mujeres para violar, Crespo y un largo etcétera…

Al propio tiempo al PSOE se incorporan (cuando era un partido marxista, que pedía el aborto libre y gratuito, la salida de la OTAN, una banca pública, energías limpias, la revisión del Concordato) personajes como Bono, Francisco Vázquez, que no tenían nada que ver con aquellos principios…

Mientras mantenían los votos todo iba viento en popa –sobre todo para los profesionales de la llamada tercera vía– pero perdía sitio entre la izquierda real y siguió la deriva apadrinando actitudes que eran claramente de derechas como la política fiscal; aumentó (ZP, si, el rojo peligroso, ZP) la subvención a la iglesia, mientras la derecha –sin rubor alguno– siguió con su apoyo al capital, su militancia activa en el nacional- catolicismo, el aprovechamiento de banderas e himnos a su conveniencia… lo que estamos viendo y padeciendo.

Cuando el PSOE recupere el apellido obrero, el espíritu republicano; sitúe la meta en el federalismo, defendiendo la bandera de la solidaridad que garantiza el estado de bienestar. Cuando impulse la verdad histórica que salde el pasado, se acabará la polémica y volverá a sus orígenes. A la izquierda. Claro que hay otra izquierda como se probó el 21-O.

¿TOCADO...? ¿HUNDIDO...?

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