De vuelta a los juzgados


LA alcaldesa de Viveiro, la socialista María Loureiro, tiene fama de que nunca pierde la sonrisa. No es mala cosa para alguien que, como le ocurrió ayer a ella, tiene que enfrentarse a un juicio por prevaricación. Loureiro está acusada de ese delito por la concesión de una licencia en 2009 –cuando era concejala– para ampliar una fábrica en suelo sin delimitar como urbano de uso industrial, o sea, suelo rústico. A nadie le hace feliz verse en semejante situación y menos cuando se es repetidora como ella, aunque también es verdad que la reincidencia tiene la ventaja de conocer ya el camino del juzgado.

De vuelta a los juzgados

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