Los viejos tuits siguen desnudando a unos cuantos

SI se pudiera, seguro que algún político daría hasta media vida por poder hacer desaparecer de un plumazo su historial de tuits. Y es que no hay nada mejor que repasar el pasado en las redes sociales de determinadas personas para darse cuenta de que son capaces de cambiar de opinión con la misma velocidad que lo hace de dirección el viento primaveral. El último que ha sido sorprendido en un renuncio es, cómo no, Pablo Iglesias. De llamar millonarios pijos a los baloncestistas ha pasado a alabar su actuación en los juegos de Río. Los que antes eran unos vendidos que por dinero dejaban su imagen para ser utilizada por cualquier multinacional son ahora héroes dignos del Olimpo. 

Los viejos tuits siguen desnudando a unos cuantos

Te puede interesar