La ventaja de ser el hijo de Donald Trump

BARRON, el hijo pequeño de Donald Trump, fue el único ciudadano estadounidense que durmió durante la noche electoral. La mitad del país estaba en pie de guerra por el triunfo del candidato republicano y la otra mitad celebraba precisamente esa victoria. Al chaval, de 10 años, se le cerraban los ojos y bostezaba mientras su padre se presentaba al mundo como su nuevo jefe, pues para entonces la noche ya estaba bien entrada. A ver quién es el siguiente que tiene el valor suficiente para echar una cabezadita en las mismas narices de Trump. Ser hijo de un padre así debía tener alguna ventaja.

La ventaja de ser el hijo de Donald Trump

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