Una monada que acabó entre rejas

JOHN Owen Casford es un neozelandés de 23 años diseñador de un cóctel explosivo –drogas y amor– que lo llevará a la cárcel durante dos años y siete meses. Una noche de abril estaba ciego perdido, su corazón iba acelerado, pero no por los estímulos externos, sino por lo que sentía –se supone que aún lo siente– por su novia. Decidió regalarle un mono y fue a robarlo al zoo. Se metió en la jaula de los monos ardilla ya acabó pelándose con ellos. Menuda paliza le dieron los simios: una pierna fracturada, dos dientes rotos, un tobillo torcido y numerosos hematomas”. Para colmo el juez lo ha enjaulado a él. Los simios deben estar riéndose como hienas.

Una monada que acabó entre rejas

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