Un plan integral para O Burgo

HUBO un tiempo en el que cientos de familias vivían de la ría de O Burgo. De ella se extraía marisco de primera calidad que se comercializaba en los mercados de la ciudad y mucho se iba a otras ciudades. Sin embargo, la contaminación se ha adueñado del estuario, que agoniza. Del total de la superficie en la que antaño se extraían ejemplares queda apenas una pequeña parte y las almejas y los berberechos se ahogan en metros de lodo y arena sin que, por el momento, al ministerio de Medio Ambiente, responsable de su cuidado, la importe un bledo la suerte que puedan correr las decenas de mariscadores que siguen intentando vivir de lo que el mar les da. Es preciso que el saneamiento de O Burgo entre de una vez por todas en las agendas de los políticos. Que dejen de intentar sacar partido de un problema no solo medioambiental sino también económico para un importante grupo de personas y que se realice un plan integral que permita la recuperación de la zona.