Un misterio desvelado

“Vivo sin vivir en mí”, entonaban a coro millones de españoles atribulados desde que hace unos días Carmen Calvo proclamó que no es lo mismo lo que dice Pedro “La sonrisa” Sánchez presidente del Gobierno que lo que dice Pedro “La sonrisa” Sánchez secretario general del PSOE. Vamos, que es bipolar, o que es la encarnación del misterio de la Santísima Dualidad; cada uno que elija lo que se ajuste más a sus creencias. Claro que como la vicepresidenta es tan dada a soltar perlas por su boquita (“No renuncio a mis vaqueros ni a nada. Cuando deje de ser ministra seguiré siendo yo, que es mi verdadero cargo” o “Me gusta madrugar para poder pasar más rato en el baño: allí leo el periódico, oigo la radio, oigo música y hablo por teléfono con alcaldes en bragas”) tampoco hay que hacerle mucho caso.  Y menos después de que su jefe confirmase en Marruecos que el presidente del Gobierno y él son una misma persona: “... la presencia del Gobierno de España y de su presidente, es decir, de mi persona...”. Se ha quedado sin protagonizar un episodio de Cuarto milenio. 

Un misterio desvelado

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