Lo último en la obsesión mareante por los coches

LOS expertos en la mente humana tienen un buen campo de estudio en la obsesión de los alcaldes mareantes con los coches. Si al de A Coruña le pone viajar  a Vigo en un vehículo de la Policía y al de Santiago llenar las calles de fochancas para que se rompan los amortiguadores de todos los automóviles, a uno de sus cachorros, el regidor de A Pobra do Caraminal, Xosé Lois Piñeiro, le va más circular sin el seguro obligatorio. Un año entero anduvo al volante sin tener la póliza en regla. Es lo mismo que les dé el aire de Riazor, del pico Sacro o de O Barbanza, son cuspidiños; van a su aire y si chove, que chova.

Lo último en la obsesión mareante por los coches

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