TRAGEDIA EN LA CARRETERA

El brutal accidente, con cuatro fallecidos, que ayer se registró en el corredor que une Brión con Noia debería ser motivo para una reflexión general sobre la necesidad de hacer de la prudencia la aliada permanente de la conducción. Sin entrar a valorar a quién corresponde la responsabilidad del siniestro, una cuestión de la que se encargará la Guardia Civil de Tráfico, es evidente que la llegada del mal tiempo obliga a los conductores a extremar la precaución para evitar las tragedias en la carretera. Respetar los límites de velocidad y las normas de seguridad vial son dos premisas muy válidas para no verse sorprendido por un sobresalto de cualquier tipo y más en el invierno, una estación cuyas condiciones meteorológicas combinadas con el deficiente estado de muchas carreteras forma un cóctel muy peligroso.

TRAGEDIA EN LA CARRETERA

Te puede interesar