Todos se juegan mucho el 25-S

Y sin embargo, quienes no tienen que estar tan tranquilos son los responsables de las otras formaciones, que aspiran a conformar una gran coalición de perdedores apoyándose en el único punto en común con el que cuentan: el de asaltar el poder. Ellos también tienen que afrontar el riesgo de la desmovilización, pero de un modo muy distinto. Si el PP teme que sus votantes se queden en casa ante lo que consideran una fácil victoria, a los de enfrente, lo que les causa pánico es que sus simpatizantes también se queden en casa pero ante lo que parece una clara victoria de los populares. Es el mismo fantasma, pero con distintas cadenas. Además, se juegan mucho. Leiceaga, evitar el sorpasso. En Marea, convertirse en la primera alternativa de izquierdas en la comunidad. El BNG, su propia existencia y, por último, Ciudadanos, dejar de ser un partido prácticamente inexistente en Galicia.