Una tierna relación para el final del partido

Una tierna relación para el final del partido

PACO Jémez se recuperaba de una lesión y Toshack –que posiblemente en galés signifique vago– le mandó dar unos pelotazos para conocer cuál era su estado. Se fue a una esquinita del campo y pegó unos viqueirones. Cada golpe que le propinaba al balón sonaba como suenan los de todos los centrales: mal. El defensa se acercó al entrenador y le confesó: “Míster, aún me duele un poco cuando le doy”. El técnico le respondió con sinceridad: “A él sí que le duele cada golpe que le das”. Efectivamente, no era un virtuoso de la técnica. Lendoiro no lo había fichado porque le recordase a Beckenbauer, sino por un partido en Vallecas en el que había anulado a Bebeto. Paco se sienta ahora en los banquillos y quiere llevar a sus equipos al nivel de excelencia que él nunca alcanzó como futbolista. Su Rayo recibe esta tarde al Deportivo y Anquela ha reconocido que con Paco se pone tierno: “Es mi punto débil porque lo he visto crecer como jugador y como entrenador”. Muy entrañable, pero si los puntos se vienen para A Coruña, mejor. FOTO: paco toca las palmas | aec

Una tierna relación para el final del partido

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