Una solución a lo grande


EL presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, debió pensar que a grandes males, grandes remedios y para solucionar la primera crisis de su Gobierno no se le ocurrió mejor cosa que nombrar más altos cargos y cambiar de puesto a unos y relevar a otros. Pero los cambios no solo afectan a la administración autonómica, sino también al Ayuntamiento de Valencia, a cuyo primer teniente de alcalde envía de pseudoembajador a Bruselas. Que más le da a Puig, si no lo va a pagar de su bolsillo.

Una solución a lo grande

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