El secreto del ADN canino en Madrid

A la abuela Carmena le remuerde la conciencia. Desde que cometió el carpacidio y se cargó por electrocución –lo mismito que la silla eléctrica– 14.000 peixes en el estanque del parque del retiro sus convicciones ecologistas le machacan la conciencia todas las noches. También su condición de jueza le aprieta por las noches, ya que sabe que no está bien que paguen justos por pecadores. Para librarse de ese pesado lastre ha decidido crear un registro de ADN de los perros para protegerlos contra el mal trato y el abandono, que le servirá también para identificar sus excrementos y multar a los propietarios que no los recojan. ¡Había gato encerrado!

El secreto del ADN canino en Madrid

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