Cómo saltarse la norma y seguir tan alta como ancha

LOS podemitas, que han demostrado que es más importante el marketing que la verdad, han hecho bandera de la afirmación de que no están en política para enriquecerse. Por ello, aseguran que todo lo que sobrepasa tres veces el salario mínimo y que cobran como sueldo, lo entregan al partido para ser dedicado a proyectos solidarios. Hasta ahí está todo bien. Sin embargo, una y otra vez, sus cargos electos encuentran el modo de moldear la realidad a sus necesidades para evitar las donaciones. La última en ser pillada en este renuncio es Rita Maestre, que ha decidido que en lugar de donar a la formación unos 35.000 euros era mucho mejor dedicarlos a pagar abogados de su juicio por asaltar en sujetador una capilla. Letrados caros, que tenía la muchacha.

Cómo saltarse la norma y seguir tan alta como ancha

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