¡TERRIBLE! ¡Durante diecisiete siglos hemos vivido engañados! ¡La manzana no es la fruta prohibida que causó el pecado original de Adán y Eva! Todo se debe a una mala traducción del hebreo al latín de las sagradas escrituras. El encargado de hacerlo, Jerónimo de Estridón, no dominaba la lengua original y trabucouse en el pasaje que habla de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal. Usó el término “mâlus”, que significa manzano, en vez de “malus”, que quiere decir mal. E alá vai!, la Historia Sagrada, falseada, ¡qué pena de traductor de Google en aquellos tiempos! FOTO: macarena garcía y maribel verdú, a punto de comer la fruta prohibida | aec