El rodillo de uno y el atizador de otra hacen el efecto deseado

EL todopoderoso Caballero, don Abel, cogió el rodillo, lo pasó a conciencia por encima de la masa –en Vigo se le llama oposición municipal–, la dejó bien finita, maleable, como le gusta a los buenos cocineros y aprobó los presupuestos locales. Ni una sola enmienda del PP o de la Marea del Lagares se ganaron el derecho a su incorporación a las cuentas. Casi de manera simultánea, la multifuncional Carmela Silva cogió el atizador con el que aviva el fuego de la chimenea las frías noche de invierno y lo utilizó como aguillada contra la jefa de la gestora enxebre del PSOE, Pilar Cancela: “Que deje de enredar y de hacer daño a los socialistas gallegos; que dé un paso atrás por generosidad y abandone sus responsabilidades”. Está claro que tiene razón el alcalde de Vigo cuando dice que entre ambos forman un tándem ganador, que será demoledor el día que Silva aprenda a manejar el rodillo. ¡Qué miedo!