El riesgo que habita Tarragona

como si de una escena de la saga “Destino final” se tratase, una pieza de la planta química en la que se produjo una explosión el martes salió despedida y voló dos kilómetros hasta impactar contra la vivienda de un hombre que, como consecuencia, falleció. La historia es de las que se cuentan en los corrillos en la cola de la panadería y se comenta en la barra del bar. Y tarde o temprano, después de asegurar que está claro que “cuando está para uno, está para uno”, surge la inevitable pregunta de qué hace una planta de semejantes características en medio de una población habitada. Pues eso. FOTO: la planta química de tarragona | efe