El revés del don de la oportunidad

LOS socialistas se pusieron estupendos, tiraron de estereotipo –Rajoy fumándose un puro y leyendo el “Marca”–  y le reclamaron que se pusiese a trabajar para formar Gobierno. No es un mal consejo, pues  ya son muchos los meses que el país vive con un Ejecutivo en funciones; sin embargo, como ha ocurrido con tanta frecuencia, el don de la oportunidad volvió a jugarle una mala pasada al PSOE. Rajoy venía de unos días en los que había iniciado los contactos encaminados precisamente a formar el nuevo Gabinete; había participado en una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE; había asistido a un cumio de la OTAN, se había reunido con Obama... Es verdad que casi seguro encontró un hueco para ver alguna etapa del Tour o para ver la final de la Eurocopa, pero al menos no se fue a Mojácar para ocultarse tras haber alcanzado los peores electorales de la historia. Más que nada porque quien logró ese récord–y por segunda vez en seis meses– fue Pedro “La sonrisa” Sánchez.

 

El revés del don de la oportunidad

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