El racismo soterrado de los españoles

los españoles, cuando nos preguntan, solemos afirmar con total contundencia que no somos racistas. Luego, cada uno, para sus adentros, siente lo que siente. Eso sí, hasta el más recalcitrante xenófobo se come su sentimiento cuando en el club de fútbol de sus amores la estrella del momento es de una raza diferente. Por ello, hay quien asegura que solo somos racistas con los pobres que, tal vez, sea el modo más miserable de ser racista. Por eso cuesta comprender lo que le ha pasado a la portavoz de Obama, Katherine Vargas, que se ha quedado sin piso porque el casero no se lo ha querido alquilar por no ser española. Y eso que la mujer, lo que se dice problemas de dinero, tampoco es que tenga.

El racismo soterrado de los españoles

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