Quince meses perdidos

QUINCE meses son tiempo suficiente para aprender muchas cosas, salvo que uno sea un zoquete o un iluminado. Por ejemplo, para los alumnos de Primaria representa más de un curso y medio y les sirve para aprender el abecedario y empezar a leer. Sin embargo, a la Marea, nasía pa’ganá, no le han llegado para asimilar nada de nada. Ninguno de sus miembros ha sido capaz de entender que los acuerdos adoptados en los plenos son vinculantes y hay que cumplirlos, pero, claro, si ni respetan sus promesas electorales como van a hacer caso de los compromisos entablados por otro Gobierno local. Si se quieren modificar, lo primero es negociar con el resto de los grupos municipales y con la otra parte implicada en el acuerdo, pero machadas como la de Xiao Varela, responsable de la Concejalía de Paseo de bicicletas –camina por la calle con una como quien lleva al perro a hacer sus necesidades, pero jamás se le ha visto pedaleando–, con respecto al museo de la Automoción son intolerables. El “mientras nosotros gobernemos, no se instalará en el parque de Bens”, sobra. A Coruña lleva quince meses perdidos, ¿por culpa de unos zoquetes o de unos iluminados? Que difícil es responder, incluso aunque las consecuencias sean las mismas.