Las propiedades de las matemáticas y su efecto mareante

NO hace falta ser licenciado en Exactas, ni siquiera haber dado clases de Matemáticas, pese a carecer del título aunque en el currículum oficial figure que se dispone de él –como le ha ocurrido al pobre socialista José Manuel Castro–, para saber que la propiedad conmutativa demuestra que el orden de los factores no varía el producto. O sea, que el resultado de multiplicar tres por diez es el mismo que si se multiplica diez por tres. Trasladado a la política viene a significar que entre las mareas municipales y el partido instrumental no hay amor y que entre el partido instrumental y las mareas municipales, tampoco. El coruñés que gobierna Santiago, Martiño “2.0” Noriega, se lamentó hace unos días de que el exjuez y virtuoso de la gaita y la zanfoña Luís Villares no les hacía ni una carantoña a los alcaldes del cambio, pero estos tampoco al voceiro, porque dos prohombres de la Marea, nasía pa’ganá, Iago Martínez, el Rasputín de Teis, y el radiofonista Mariano Fernández Cabarcos, histórico de Cuac FM, han abandonado a la francesa el órgano de dirección de En Marea. Aún no sabe Villares todo lo que sale ganando.

Las propiedades de las matemáticas y su efecto mareante

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