El problema de que Pablo Picasso decidiera nacer en Málaga

YA es mala suerte que Picasso sea andaluz. Una lástima que el genial pintor no hubiera visto la luz por primera vez en una recóndita aldea, por ejemplo, Ourense. Si así fuera, seguro que el Ayuntamiento coruñés se volcaría en su apoyo. Pero el autor de obras como el Guernica se convirtió en pintor en la ciudad herculina y eso no es suficiente para los mareantes coruñeses, que reniegan de todo lo que tenga que ver con él. Ni tan siguiera tienen 3.000 euros para apoyar a la Asociación de la Prensa coruñesa, que cada año moviliza a miles de niños en Galicia en un certamen de dibujo único en el mundo. El concejal de Culturas, Xosé Manuel Sande, que tiene 27 millones de presupuesto, parece que no considera a Pablo Picasso lo suficientemente relevante como para intentar que A Coruña aproveche de su paso por la ciudad.