EL futuro de José María S.B. no es de los que se envidian, ya que el pobre –el pobre José María S.B., no el pobre futuro– se expone a pasarse diez añitos en la cárcel por tráfico de drogas. Al menos en eso está empeñado el fiscal, que además pide para él una multa de 785.000 euros. Y eso que el pobre José María S.B. se ha currado su defensa; La Policía encontró en su casa 31.000 euros, que él atribuyó a sus ingresos por la venta de marisco, eso sí, “fuera de lonja y en b”. En los pinchazos telefónicos se le oye hablar de “las bolas”, que es como se refería a los berberechos y se escucha también a un comprador que se queja de que lo que le vendió “sabía a caucho quemado”, expresión que explicó con que “a veces el marisco sale malo”. Casi, casi se merece que lo dejen libre en premio a su inventiva.