Los políticos se convierten en un problema más

QUE los resultados de las elecciones andaluzas han dejado a la gran mayoría de políticos fuera de juego se demuestra con la fiebre por el baile de la yenka que les ha entrado a todos, o casi todos. Así, un día resulta que pueden pactar con Vox (convertidos por obra y gracia de no se sabe muy bien quién en la personificación del diablo) y, al siguiente, pues ya no. De Casado a Rivera, hasta pasando por Vals, convertido en nuevo portavoz de Cs, al atraverse a marcar las líneas políticas que debe seguir la formación naranja. La verdad es que hasta el propio responsable de Vox parece un poco descolocado ante el éxito de su formación y se ha lanzado a una cruzada mediática en la que no le duelen prendas a la hora de desdecirse de su propio programa electoral. Es decir, que decía burradas y ahora resulta que puede llegar a aplicar esas barbaridades, con lo que ha comenzado una “operación recule”, muy diferente de la reconquista anunciada. Y, mientras tanto, los ciudadanos reconociéndole al CIS que les empieza a preocupar la actitud de los políticos. Tal vez sea la única verdad de la encuesta del juguete de Tezanos.