El petito que hizo Echenique está en peligro

El tierno herbicida Pablo Echenique –“yo soy muy del amor y esas cosas, pero la mala hierba hay que arrancarla”– es un tipo sin suerte en los asuntos judiciales. El tiene gran parte de responsabilidad, puesto que es un bocazas, oral –en las ruedas de prensa– y dactilar –a través de las redes sociales–. Se pone farruco y chapotea en cuanto charco encuentra en su camino, con lo que es frecuente que le lleguen a casa citaciones de los tribunales. La última la firma un magistrado que ha admitido una demanda por intromisión en el honor, por asegurar que la candidata de Podemos en Ávila, condenada como cómplice de asesinato, había sido violada. Podría tener que llegar a pagar una indemnización de hasta 300.000 euros... Con lo que ahorró cuando contrató en negro a su asistente, cuya Seguridad Social no pagaba, a lo mejor tiene suficiente.