Una de las características que suelen compartir los políticos de primera línea, esos que intentan dar titulares a diario, es que les encanta ejercer de inquisidores y sacar a relucir las faltas ajenas. Y acusan a otros de robar, engañar, falsear, mentir y hacer cuantas trampas se les presentan mientras les miran con desprecio, dando a entender que ellos jamás caerían en semejante comportamiento. Hasta que llega una sentencia judicial y les condena por, por ejemplo, pagar en negro a un asistente. Echenique va a tener que esperar a que nos olvidemos de esto para volver a ponerse en modo “soy más digno que vosotros”. FOTO: pablo echenique | aec