Un okupa, víctima de un desaprensivo

LUGO se ha vuelto una ciudad bastante asalvallada desde que Lara Méndez, la pupila favorita de José Ramón “O Garañón” Gómez Besteiro, asumió la Alcaldía. La calma que imperaba durante el largo gobierno de monseñor López Orozco no es ya más que un recuerdo. La última moda en asilvestramiento es la de la okupación; los clones de los cultos y educados jóvenes de Eskarnio e Maldicer proliferan a lo loco; a uno de ellos se le fue la mano, encendió un fuego para calentarse y medio quemó la casa que había tomado... No se sabe qué le ha ocurrido al propietario, pero a lo mejor aún le cae una multa por no tener calefacción en el edificio. FOTO: un camión de bomberos | aec