Una obra que se llevó la Marea ya antes de que naciera

LO que Dios ha unido que no lo separe el hombre, dicen los curas cuando ofician una boda. Como la gasolina no habla, no puede decir lo que los octanos han unido que no lo separe el hombre. Esa petrolífera mudez es la causa, por lo tanto, de que Carlos Sainz y Luis Moya se separasen después de muchos años de convivencia. Hace unos meses se avivó el sueño de que se diesen una nueva oportunidad, era cuando la Marea, nasía pa’ganá, pensaba en mejorar los accesos al Chuac. Hubiesen sido los elegidos para dar unas pasadas por las laberínticas carreteras de la zona, más apropiadas de un rallye que del entorno de un hospital, y señalar con exactitud qué había que mejorar. Pero la ilusión ha muerto. Para la xente do común todo fluye, es cambiante y de hablar de empezar los arreglos a principios de año pasaron a anunciar que se harían en lo poco que queda de 2018; pero ya ni eso. Fuentes municipales han admitido que como mucho se realizarán tras las elecciones municipales de la próxima primavera. Pero, claro, para eso tendrían que volver a gobernar los mareantes y... Vamos que será otro alcalde el que firme el proyecto.

Una obra que se llevó la Marea ya antes de que naciera

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