mientras en el banquillo del Tribunal Supremo se sientan los que pasan por ser los ideólogos del intento de golpe de estado del 1-O (hay otros que están fugados, pero ya les tocará, tarde o temprano, su turno), las Fuerzas de Seguridad del Estado continúan con sus indagaciones sobre lo acontecido en aquellos días y, los resultados no dejan de ser sorprendentes. Estas pesquisas apuntan ahora a Artur Mas, que acaba de hacer efectivo el pago de los 90.000 euros de multa que le impusieron por su participación en los sucesos del 9-N. Pues ahora parece que también se hace evidente que el expresident pudo haber negociado con una empresa tecnológica, concretamente T-Systems, para que esta diera cobertura informática al escrutinio del referéndum que nunca fue. Incluso Mas llegó a encargar a esa misma firma el desarrollo de la aplicación informática “registro de Catalanes en el Exterior”, para que estos ciudadanos pudieran participar en el 9-N. Una plataforma a la que luego recurrió Carles Puigdemont para hacer lo propio el 1-O tras someterla a algunas modificaciones.