El nuevo botellódromo muy bien cubierto

Al final iba a tener la razón la Marea coruñesa en su cerril oposición a la llegada de los buses metropolitanos al centro de la ciudad. Ahora pueden presumir de que ellos ya lo sabían. Sabían que la macromarquesina que la Xunta ha instalado en la calle de Entrejardines se iba a convertir por obra y gracia de la dejadez de los munícipes en botellódromo cubierto para deleite de jóvenes que socializan las noches de los jueves (y de algunos fines de semana) en Méndez Núñez. Hasta ahí todo sería perfecto, ya que por las noches no funcionan los autobuses y, de ese modo, la marquesina podría trabajar a media jornada como refugio de pasajeros y, el resto de la noche, como paraguas sin ballestas para la ingesta de alcohol. Sin embargo, el problema es que junto a esos jóvenes que optan por socializar en los jardines, hay siempre un grupo de vándalos dispuestos a que el amanecer descubra asombrado sus fechorías. Y, por supuesto, no pudieron resistirse ante una marquesina tan nueva, tan inmaculada. La basura es soportable, los destrozos y las pintadas un poco menos. Eso sí, como nadie controla estas macrorreuniones nocturnas, nada se sabe de los enemigos del mobiliario urbano. FOTO:Los vándalos dejaron su marca en la nueva marquesina | pedro puig

El nuevo botellódromo muy bien cubierto

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