La niebla sigue todavía sin fecha de caducidad

Compras un yogur en el súper y como te descuides se pasa la fecha de caducidad y aún no te lo has zampado. Si eres valiente, tiras pa’lante y te lo comes, pero como seas un poco cobardica va de cabeza al cubo de la basura. Eso sí, después de la oportuna separación; por un lado, el contenido y, por otro, el envase. No vaya a ser que te coja un inspector do lixo y te meta una multa. En cambio, la niebla en el tramo de la A-8 que discurre por el alto do Fiouco, allá por Mondoñedo, carece de fecha de caducidad. No es que alguien se olvidase de ponérsela, sino que Fomento fija una y cuando está a punto de vencer establece otra. La última de la que habló para que se hiciese la visibilidad perpetua fue este año, que ya va mediado, así que o para diciembre la niebla desapareció de la faz de la Tierra gracias al cambio climático y el ministerio acierta, o... a ver si para el siglo XXII hay suerte. Por cierto, ya han pasado cinco años del grave accidente que abrió el debate sobre las condiciones de ese tramo de autovía.

La niebla sigue todavía sin fecha de caducidad

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