Una muralla, condenada a dormir el sueño eterno

AVIA Veira, valor emergente de la política municipal, que purga con su soledad pecados que no le corresponde, pues los cometieron los bloqueiros que la precedieron en María Pita, no deja de martillear en la conciencia de la xente do común. Ahora ha pedido explicaciones de por qué la parte de la muralla de San Amaro dañada en febrero sigue sin reparar. Lo más probable es que el Gobierno local aún no sepa ni que ocurrió algo, pero en caso de saberlo solo han pasado cinco meses, que para los mareantes no es nada y menos cuando se trata de un cementerio, donde la medida de tiempo es la vida eterna. Llegará Difuntos y todo seguirá igual. Al tiempo.