Las multas que no lo eran, pero lo son

SE supone que el objetivo de un hospital es curar dolencias, pero el Álvaro Cunqueiro no deja de levantarle dolores de cabeza al todopoderoso Caballero, don Abel. El alcalde juró y perjuró que jamás se sancionaría a un conductor por aparcar mal en el centro sanitario. Sin embargo, los vigueses no dejan de recibir comunicaciones en las que se le informa de que han sido multados. Se ve que la ley es la ley, hasta para el alcalde de Vigo. 

 

Las multas que no lo eran, pero lo son

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