El misterioso gen de la infidelidad

Algún día se descubrirá que una desviación genética es la causa de la poca gracia que le hace a los miembros hombres de la familia real británica la fidelidad. El último en caer ha sido el príncipe Guillermo, quien supuestamente fue fotografiado en actitud demasiado cariñosa mientras su mujer, la duquesa de Cambridge estaba embaraza de su tercer hijo. Se suponía que Guillermo habría aprendido de lo mal que lo pasó su madre, Lady Di, para no cometer los mismos errores que su padre, famoso por sus obscenas conversaciones telefónicas. Pero parece que el heredero, en esto, es clavadido a su progenitor.

El misterioso gen de la infidelidad

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