menos en el caso de Pedro Sánchez (que dejó muy claro aquello de que “no es no”), el resto de los políticos suelen jugar a ser un poco más ambiguos. Por ello, no es raro que a estas alturas todavía haya quien está discutiendo qué quieren decir los mensajes que lanzaron Junqueras y Puigdemont tras la aplicación del 155 por parte del Gobierno. Al final, más o menos todo el mundo coincide en que sus ánimos a la resistencia, en el fondo, quieren decir que estarán en esas elecciones que se celebrarán el próximo día 21 de diciembre, aunque todavía no sepan muy bien si irán juntos y revueltos o, por la contra, cada uno bajo sus siglas. Quienes no dan margen a las interpretaciones son los cuperos, que de proponer una paella insumisa ya han pasado al “que hablen las bases”. Todo un giro copernicano. FOTO: Oriol y Carles, leyendo | aec